Una rutina de influencia directa por Gary Jones y Mark Bendell.
Gary Jones es muy conocido por crear rutinas 100% comerciales, que funcionan tan bien para el espectador profano como para los magos. ¡Ondas Mentales Extremas no es la excepción!
Con Ondas Mentales Extremas, Gary y Mark han tomado un principio ya existente haciéndolo resurgir con una increíble rutina de lectura de mente con cartas de doble impacto.
¿Lectura de mente o influencia directa?
Empieza por escribir una predicción, sin que se vea, en una tarjeta comercial, una nota post-it, etc. Dobla la nota y ponla sobre la mesa a plena vista.
El espectador examina una pequeña carta que contiene 52 símbolos diferentes, y debe pensar simplemente en uno de ellos, elección totalmente libre.
Luego escribe algo en otra nota y una vez más dóblala y déjala a la vista. En este punto, has escrito dos predicciones sin que tu espectador te dé ninguna información ni diga una sola palabra.
Ahora pide al espectador que dibuje su símbolo en la parte exterior del primer papel. Pon la segunda predicción en la mano del espectador y pídele que nombre en voz alta la primera carta que le venga a la mente (sin ningún forzaje) y que la escriba en tu segunda predicción.
Dirige la atención hacia una baraja que ha estado en la mesa desde el principio del efecto. Extrae las cartas y muestra que en sus dorsos hay distintas imágenes dibujadas. Retira la carta nombrada libremente y la carta con la imagen libremente elegida en su dorso.
¡Apuesto a que ves hacia dónde vamos! El espectador abre tu primera predicción (en la que había dibujado su imagen elegida) y lee «5 de tréboles». Cuando da vuelta la carta correspondiente ¡es realmente el 5 de tréboles! Ahora anuncia que la segunda predicción ha sido aún más difícil ya que el espectador podía nombrar cualquier carta. Cuando el espectador abre la predicción número 2 ve que has dibujado un reloj. Da vuelta su carta libremente elegida ¡revelando el dibujo de un reloj en su dorso!
Una rutina realmente 100% comercial que ha sido muy bien pensada ¡y asesta un inmenso doble golpe!