Imagina una baraja en blanco, que en realidad no lo es.
Este efecto se agotó en tan solo 90 segundos después de mostrarlo Tom Stone en su conferencia. Así de potente y de mágico es.
Juega con la doble realidad haciendo que dos personas vean dos cosas completamente diferentes aunque estén mirando lo mismo.
Aunque la baraja es completamente blanca, y así se la puedes mostrar a los espectadores, le puedes pedir a uno de ellos que mire una carta, y que la memorice.
Evidentemente para todo el público esto es un juego, ya que el espectador está viendo una carta en blanco.
Pero lo absolutamente genial es cuando escribes una predicción y le pides al espectador que nombre la carta que ha pensado en voz alta.
Sorprendentemente la carta nombrada y la escrita será la misma.
La cantidad de posibilidades diferentes que podrás hacer con esta baraja son casi ilimitadas, y en cuanto la veas te vas a enamorar de ella, ya que simplemente es una genialidad.
No te lo pienses y no dejes escapar esta maravilla antes de que se agote de nuevo.
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