En este libro condenso una parte de los juegos, pases y rutinas que Ideé o encontré. Algunos fueron publicados en revistas de Europa o América, otros en mis libro-revistas Magia Potagia; la mayoría estaban inéditos. Algunos han sido escritos por Harry Lorayne y publicados en Apocalipsis, otro por Fred Robinson y publicado en Pabular. A ellos, a José Puchol, A Mary Pura Mirelis, a Luis H. Trueba y a Ricardo Marré, mi agradecimiento por su permiso para reproducirlos aquí. También a Rafael Benatar, mi querido músico-mago, que ha escrito minuciosa y claramente para este libro cuatro rutinas.
Al provenir de varias fuentes y diversas épocas, existe una diversidad de estilos en la descripción literaria así como en la parte gráfica (incluidos algunos dibujillos-esquema míos).
Opté por no tratar de corregir o reescribir buscando mayor homogeneidad, sino que preferí dejar todo como fue escrito y permitir así que llegue al lector este palpitante álbum de fotos, trocitos de magia, retazos de una vida dedicada a este amor eterno, tal como los viví yo mismo (como los escribí) o como los vieron otros.
Como es lógico y bien conocido, entra en lo muy probable que algunas de las nuevas ideas aquí contenidas hayan sido ya escritas por otros magos que descubrieron lo mismo de forma independiente. Y es lo seguro que otras hayan sido pensadas por uno o varios magos desconocidos que nunca contaron sus ideas por escrito. A ellos, a quienes no cito por mi involuntaria ignorancia, que estoy siempre dispuesto a corregir, mis sinceras excusas unidas a mi alegría por la concordancia en el descubrimiento, sintonización que nos hermana.
La mayoría de los efectos y rutinas han sido utilizadas por mí a lo largo de estos veinte años como profesional y otros veinte como amateuramante. No son elucubraciones ni ideas recientes sino que la mayoría han nacido, evolucionado, cambiado, sufrido la prueba del público, vuelto a cambiar, sido corregidas, y así en un proceso alquímico, inacabado siempre, tratando de despojarlas de la ganga, intentando purificarlas buscando enriquecerlas, tras la quimérica transformación en oro mágico. Son más prueba de este intento que consecución del mismo, lo que implica que siguen abiertas y que, incluso algunas, al releer las pruebas de imprenta, se encuentran ya en fases más adelantadas y han pasado de nuevo por el alambique del pensamiento, la práctica y la reflexión, siempre objeto de la trágica lucha entre el cariño paterno y la despiadada búsqueda de la auténtica emoción mágica, vía el misterio, de la mano de los cinco puntos mágicos e través de la vía mágica, en pos del anhelado arcoiris mágico.
Me refiero sobre todo a las rutinas mas elaboradas, y en el prólogohistoria del juego «Los Jokers hipnotizadores» encontrará el lector una crónica, ejemplo de lo que quiero decir.
Dejar constancia escrita de las personas a quienes estas fusas deben su existencia, pasaría por escribir el nombre de Mary Pura, que tanto colaboró conmigo durante los muchos años que convivimos, el de José Puchol, mi mentor mágico, quien me transmitió el amor a los libros de magia así como la posibilidad de gozar de su amplia biblioteca, hoy al alcance de todos gracias a su ejemplarmente generosa donación a la Fundación Juan March en Madrid. También, claro está, a Juan Antón, siempre vivo en mi memoria, quien me transmitió, en directo, los conceptos del Maestro Ascanio, enriquecidos por la sabia intuición y el inigualable arte del propio Juanito, mi brazo izquierdo en «Los mancos» y en la vida.
Al propio Maestro Ascanio, a Dai Vernon «El Profesor». y al tierno y genial Slydini van dedicados los tres movimientos de que se compone esta Sonara, dejando para la venidera Fuga a René Lavand «El Artista», a Fu-Manchú y Fred Kaps, mis ídolos, y a mi padre espiritual José Frakson, quien me guió por la senda de la Magia-Amor.
Como sería interminable la lista, englobo en este ¡Gracias! a todos los magos de la Sociedad Española de Ilusionismo (SEI) y de la Escuela Mágica de Madrid, de quien tanto aprendí y tanto me aguantaron. A todos los escritores de magia que me transmitieron sus ideas y su sabiduría por un medio mágico también. A tantos y tantos espectadores que con su mirada, su palabra, su silencio o sus críticas me han corregido o animado, y con quienes, en definitiva, he convivido estas magias y otras muchas. Dejo una línea en blanco para ti, lector (amigo ya por eso), para que de tu propio puño y letra escribas tu nombre y conste así, personalizado, mi total agradecimiento.
A………………………………, mil gracias.
Queda, como veo, muy poco lugar para el autor y esta constatación es -. la par un merecido baño de humildad y una gozosa sensación de compartir; una desaparición, ¡plis! ¡plas!, de la soledad.
Pero tras la concepción y la gestación es necesario el nacimiento, y han colaborado en él de manera especialísima el Doctor, Ramón Mayrata, coeditor y amigo, quien paciente y esforzadamente colaboró en provocar las últimas contracciones y con su magnífico hacer trajo a la vida este hijillo, y a mi actual compañera, Marga Nicolau, quien aseó y vistió al bebé, vía sus elegantísimos dibujos y la preciosa portada que me/nos ha regalado.
Hágase el lector el distraído ante los exageradísimos, por elogiosos, adjetivos que dedico a muchos de los juegos, fruto del amor paterno y de mi sangre andaluza (vale decir arábigo-andaluza), así como de mi deseo de transmitir mi entusiasmo para que le atraiga esta nuestra prole y se acerque a todo con el espíritu abierto e ilusionado por si alguna idea, alguna corchea de esta Sonara -le procuran placer, le provocan nuevas ideas o le incitan a hacerlas sonar en sus propios instrumentos (sus manos, sus cartas).
Tras esta Sonara vendrá una Fuga con otras rutinas, una Sinfonía en Mnemónica mayor, un Concierto para dos tahúres y, probablemente, algún libro más, que compondrán el conjunto de esta mi MUSICA BRUJA.
Que todos, lectores, autores y posibles espectadores, sintamos placer, amor, alegría y gozo. (¡Chin! ¡Pum!)
En Madrid, 18 de octubre de 1989
(cumpliendo los 47)